Nació y creció en Cuenca, pero sus padres le transmitieron el ímpetu necesario para buscar una formación en el exterior. La misma que debía juntar su amor por la arquitectura y -al mismo tiempo- la necesidad de dar un paso más y aprender sobre la gestión y gerencia de proyectos.
Después de estudiar dos años en la Universidad de Harvard (Estados Unidos), llegó al Grupo Industrial Graiman donde estuvo a cargo de ciertos proyectos inmobiliarios y poco a poco se fue relacionando con el tema industrial. En 2018, tras una serie de transformaciones administrativas, se hizo cargo de la gerencia general de Graiman.
Un espacio en donde, diariamente, pone en práctica todos los conocimientos aprendidos en la arquitectura, una carrera que exige tener la capacidad de conocer y profundizar diversos campos y enfoques. Según Malo, estas experiencias le han permitido liderar una compañía que tiene un proceso productivo complejo, además de varios temas relacionados con el diseño, la decoración, la moda y los negocios.
La decisión de regresar a Ecuador y apostar por el país le dio la entereza necesaria para abrirse camino, con algo de emprendimiento y persistencia, en el sector público, productivo, inmobiliario y en la Academia, donde pudo liderar proyectos como la creación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Azuay.
“Aprendí que no existen verdades absolutas ni decisiones verticales. Mi formación me enseñó que, si no trabajas en equipo y eres parte de un tejido de objetivos comunes, siempre fracasarás” expresó el empresario, quien -también- comentó que dentro de Graiman su principal filosofía es que todos estén convencidos de lo que hacen y tengan la libertad de alzar la mano, cuestionar y compartir sus ideas. “Al final del día, siempre respeto el conocimiento de las personas que lideran las diversas áreas porque ese es su espacio de desarrollo” señaló.
Para el ejecutivo, el objetivo es uno solo: crear la mejor calidad de productos que sus usuarios puedan demandar. Un espíritu de emprendimiento y liderazgo que se ha cimentado desde su fundación. Siempre están buscando la opción para desarrollar nuevas tecnologías y procesos y esto no ha parado -incluso en la pandemia-. Una época donde se centraron en buscar una solución, ser cuidadosos con sus colaboradores y cumplir con puntualidad a sus stakeholders.
Malo comentó que su mercado de exportaciones nunca se detuvo en Estados Unidos y Centroamérica, donde sus ventas incluso crecieron. A pesar de que dejaron de producir, porque el mercado nacional se detuvo, sus obligaciones con los países del norte se mantuvieron activas. “Nuestro mensaje es que siempre existe una salida a pesar de la crisis y durante estos meses hemos continuado con nuestros proyectos de I + D y lanzamos nuevos productos y portafolios” expresó.
1. Sus objetivos de calidad son irrenunciables.
2. Mantienen niveles de desarrollo de productos que no se diferencian con las grandes empresas a nivel mundial.
3. Trabajan de la mano con los mejores productores de esmaltes en el mundo.
4. La ubicación geográfica les permite atender de manera oportuna a diversos mercados.
5. Es una compañía sana en temas financieros y posee una cartera activa de clientes.