Interiorismo emocional: decorar bien para sentirse bien

03 agosto 2022

Por más ilógico que suene, son muchos los casos en los que las personas no se sienten cómodas en sus propios hogares. Si bien esto se debe a más de un factor, algo que muchas veces no es tomado en cuenta, es la gran influencia que la configuración de los espacios que habitamos tiene en nuestro estado emocional. 

Las sinergias entre uno y otro, por largo tiempo avaladas por la ciencia, demuestran que la decoración no es una cuestión baladí ya que realmente puede afectar en la productividad, la felicidad o la salud mental. Esto se llama “interiorismo emocional”. 

En tiempos difíciles como los que la humanidad ha experimentado últimamente con la crisis sanitaria por Covid-19, la salud mental se ha vuelto un tema primordial dentro de cómo se conciben todas las actividades diarias y las decisiones que cada día debemos tomar. Por esto, el interiorismo emocional hoy es más importante que nunca y este persigue un solo objetivo: adaptar los espacios y su decoración a la psicología y a las emociones humanas. 

Esta disciplina no es un estilo, ni una corriente estética.Tampoco sigue las pautas de un manifiesto o similar, sino que su premisa fundamental es que el entorno influye en el comportamiento y las emociones del ser humano, de forma que el color, las texturas o la disposición general del mobiliario puede hacernos sentir bien o mal. 

Entonces, ¿cómo se puede decorar para favorecer a la salud mental? La respuesta está en la naturaleza, en el uso inteligente de las líneas y en el color. 

Usar texturas y materiales como la madera en el interior de una vivienda, armoniza el espacio de una manera única. Todos los elementos naturales inspiran paz, pero  la madera transmite emociones distintas a la piedra o el metal,  lo mismo puede decirse de los tejidos naturales frente a los artificiales o de la vegetación sintética frente a la real.

El uso de líneas también puede cambiar la psicología humana. Por ejemplo, las líneas curvas inspiran felicidad y hacen que el espacio sea mucho más relajado, mientras que las líneas rectas y rectangulares transmiten sensaciones más frías y serias, por eso estas son ideales usarlas en lugares cómo oficinas donde se necesita que la concentración sea mayor. 

El color es otro factor importante en el interiorismo emocional. Colores como el amariilo, guardan relación con la felicidad y las actitudes positivas. Por este motivo, el amarillo pastel es una elección habitual en guarderías, parques y dormitorios infantiles. Por su parte, el verde se vincula con la naturaleza e inspira sentimientos de equilibrio y relajación. El azul evoca la calma y la seguridad y ciertos estudios le atribuyen la capacidad de disminuir la presión sanguínea en las personas expuestas a este color.

Mundo Ekos
¡Regístrate!
y recibe contenido PREMIUM
SUSCRÍBETE