Arquitectura contra el olvido. David Chipperfield gana el Premio Pritzker 2023

10 marzo 2023

David Chipperfield (Londres, 1953) ha sido nombrado ganador del Premio Pritzker de este año. Un premio que celebra una arquitectura audaz con la memoria y cuidadosa frente al olvido.

Premio Pritzker sobre el tiempo y el silencio

 

Noches atrás, en el marco de la última edición de CEVISAMA, escuchamos dictar sus discursos a los premios Pritzker Anne Lacaton y Francis Kéré. Y previo a ambos, estuvo David Chipperfield, quien se dirigió al mismo auditorio para hablar del tiempo en la arquitectura: esa otra versión del espacio, esa otra cara de la misma hoja. Toda edificación está hecha de esa inmaterialidad radical. Escribo radical porque va a las raíces de nuestros patrimonios históricos, tipológicos y materiales, entendidos como las principales referencias que debe enfrentar un arquitecto si pretende tener un sentido de la ciudad como construcción cultural colectiva en el tiempo. Quizá, y tras un hiato de 10 días, hemos conocido que esa conciencia y ese sentido del tiempo es lo que ha llevado a David Chipperfield a alzarse con el Premio Pritzker de Arquitectura 2023.

 

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Hace algún tiempo escuché a Chipperfield afirmar, durante una conferencia titulada What is the future of the past?, que la arquitectura siempre había sido infinitamente más importante que los arquitectos; que no le atraía especialmente lo espectacular, lo nuevo o lo autopromocionado; que era imperativo volver a dejarse seducir por las cosas con cualidades innatas y sustanciales. En sus palabras: “Encontrar la belleza en la normalidad me parece una posición profunda y algo muy moderno y diferente a lo que está haciendo nuestra sociedad contemporánea, que es alimentar el hambre de novedad”. Y concluyó con un alegato de esperanza: “No he perdido mi confianza en la arquitectura en sí, hacemos un mundo físicamente mejor, hacemos un mundo mejor en general. Siempre me he aferrado a eso”.

Puede que esas prioridades sean, en parte, la razón por la que el jurado del Pritzker ha seleccionado a Chipperfield como su laureado de 2023.  “En todos los casos, ha elegido hábilmente las herramientas que son fundamentales para el proyecto en lugar de aquellas que solo celebran al arquitecto como artista. Tal enfoque explica cómo es que un arquitecto, a veces, casi puede desaparecer”, dijo el jurado en su acta, anunciada el pasado martes. 

 

David Chipperfield. Mirada y acción

Su trabajo concienzudo y sereno con la historia es una alusión a la sensibilidad para potenciar lo preexistente y guardar aquello que peligra de caer en el olvido. Su arquitectura es silenciosa y no habla, enmudece. Está hecha de materia, tenazmente impermeable, ajena a los jirones de la vida. Es, de algún modo, anterior a nosotros mismos, quizás anterior a sí misma. Se nutre de una de las dificultades —es decir, una de las oportunidades— de la labor del arquitecto: la que reside en su capacidad de desenvolverse simultáneamente en varios planos distintos, superpuestos y múltiples. El futuro, el presente y el pasado. De lo exigible este último, la práctica de Chipperfield extrae una nueva poética. ¿Por qué? Porque la materia no cambia cuando la miramos, pero nuestros ojos sí. Nos traslada a otro lugar, a otro tiempo, a un purgatorio entre el aquí y el allá.

 

 

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