Las empresas del país buscan la reactivación económica en un escenario crudo: no hay apoyo estatal. Sin embargo, las compañías apuestan a hacerlo pero demandan un esquema laboral más flexible y un marco coherente y eficiente en cuanto a trámites.
El
panel XXIII convocó a tres representantes de la construcción, un sector que precisa que debe ser considerado como una industria prioritaria por su impacto positivo en el PIB y por sus encadenamientos productivos. Sin duda, su reactivación y consolidación activará la economía a favor de todos.
Nuestros invitados fueron: Esteban Sevilla, CEO de Grupo Semaica; Daniel Elmir, CEO de Elmir Grupo Inmobiliario; y, Daniel Carpio, CEO de Ciudad Celeste.
Ricardo Dueñas, Presidente de Grupo Ekos, moderó el panel, pero antes señaló que “Es conocido que la construcción es relevante en tema de generación de empleo. Pre-Covid se generaron 500 mil plazas de trabajo directas y muchos indirectos (empresas proveedoras)”.
Una mejor reactivación en Guayas
Daniel Carpio, CEO de
Ciudad Celeste, grupo que agrupa a proyectos ubicados en Samborondón y en el cantón Daule, y con propuestas de viviendas para diferentes estratos, habla de una reactivación positiva tras el impacto del confinamiento.

En los últimos 10 años el grupo ha desarrollado, en el caso de La Joya: 7 mil unidades de vivienda que ya han sido entregadas; en Villa del Rey, el proyecto más joven, hay 4.500 casas entregadas y este año se entregarán departamentos. Mientras que en Villa Club existen 7 mil unidades entregadas. “Haciendo la suma hablamos de 90 mil personas viviendo en nuestros proyectos”, indica Carpio.
Considera que la reactivación que vive se ha dado por las medidas tomadas por los municipios y COE provinciales. “El cantón Daule está en semáfoto verde y fue el primero en amarillo”, comenta. Eso dio la oportunidad de la apertura temprana de registros, notarias, estudios jurídicos y, por tanto, también motivó para que la visita de clientes a los proyectos aumente. “Los niveles de reservaciones fueron muy bajos en marzo y abril, pero en mayo nos recuperamos. No tenemos el mismo escenario pre-Covid, pero estamos a un 20% de llegar a ese nivel de reservación”.
De acuerdo a cifras de APIVE, el decrecimiento 2020 comparado con el mismo semestre 2019, está en 37% menos de reservaciones; en Quito, la cifra supera el 50%, afirma Carpio.
El sector también vive una nueva realidad, más digitalizada. Aunque la empresa ya contaba con el sistema de reservas a través de su página web, así como los recorrido 360, se dieron fuerza a estas herramientas. “Con los clientes hicimos entrevistas virtuales, habilitamos plataformas e incorporamos catálogos digitales”, dice.
La cita de obra pasó a ser una cita virtual, pero recalca que nada puede reemplazar la visita presencial del cliente. Ahora hacemos citas virtuales en un 70/30”, comenta Carpio.
El sector necesidad agilidad en sus trámites
Esteban Sevilla, CEO de
Grupo Semaica, es enfático al decir que la Construcción debe ser considerada una Industria prioritaria. Y señala que para tomar decisiones siempre hay que partir de la certeza, de la verdad: “El capitalismo a nivel mundial ha cambiado. La verdad cura, no podemos depender del estado para nada”.

Grupo Semaica se ha caracterizado por su diversificación en el tiempo para dar servicios integrales de la construcción a diferentes industrias como: vivienda, oficina, plantas industriales, túneles, presas, etc. “Estamos metidos en el campo minero buscando y explorando oro, así como asistiendo a la parte petrolera con equipos especializados”.
Agrega que la empresa trabaja de cerca con las industrias de misión crítica -alimentos, farmacéutica, minería-, pero menciona con dureza las trabas que tienen como sector para ejecutar su trabajo. “Para hacer un proyecto de vivienda VIS y VIP, se interviene con 11 instituciones (Municipio, el Miduvi, Superintendencia de ordenamiento territorial, uso y gestión de suelo, Biess, entre otros). Debería existir un organismo donde todos los constructores podamos trabajar y matar a esos 11 organismos. Es una tramitología que rompe la eficiencia”, detalla
También critica al Municipio de la capital. “Si no estoy mal informado tiene más de 17 mil empleados, es una de las empresas más grandes del Ecuador. Es tiempo de separar los municipios, no veo que que esta institución pueda seguir siendo un ente tan gigantesco”.

El sector debe ser regulado y normado para contar con los permisos de funcionamiento bajo tiempo óptimos que no lastimen su reactivación y normal operación.
Grupo Semaica también se ha destacado por obras con un fortísimo enfoque sostenible. La Torre 6, por ejemplo, cuenta con la certificación Leed y bajo estándares más altos aún se está construyendo el Hampton Inn, indica el alto ejecutivo. “El calentamiento global es real y nos puede causar un gravísimo problema”.
Finalmente, precisa que un tema de preocupación son los promotores. “En Quito deben existir unos 200 y me preocupa que mucha gente ha metido sus recursos en ser promotor porque existe un problema mayor si es que no logran sacar en determinado momento ese dinero invertido. Hay que ver una forma que la gente salga de esas inversiones y sea más prudente con las mismas”.
Mayor representatividad del sector
Daniel Elmir, CEO
Elmir Grupo Inmobiliario, es uno de los promotores del colectivo Constructores Positivos, grupo desde el cual se visibiliza al sector y se arman estrategias para

“Estamos optimistas, se ha recuperado el tema de las reservas, la gente está un poco más tranquila y piensan en buscar vivienda. La casa ha pasado a ser gimnasio, escuela, oficina y las personas se han dado cuenta que deben buscar una vivienda propia”.
Sin embargo, es crítico al decir que “todavía las autoridades no comprenden la importancia que tiene el sector de la construcción, pues representa el 20% del PIB, con sus 27 encadenamientos productivos. Antes no había representatividad alguna, solo a partir de 2017-2018 es que estamos trabajando con Constructores Positivos -en conjunto con cámaras- y empezamos recién a ser escuchados”.
El peso del sector es evidente, genera 485 mil plazas de trabajo y esa cifra podría crecer, explica Elmir, si no se tienen que gastar 132 días para hacer los trámites necesarios. “Esto significa, 1.000 millones de inversiones que se quedan paralizadas al año, por la lentitud que tienen las entidades públicas”.
Denuncia que en el Municipio de Quito, en los mandos medios y en trabajadores antiguos se ha generado una dinámica dañina de trabajo que no permite la optimización de los procesos.

Se necesita una mano dura de los administradores zonales, existen casos que no permiten que los sistemas informáticos nuevos se implementen.
En cuanto a fomentar los créditos para el acceso a vivienda, señala que desde Constructores Positivos se promueve Bien Futuro, un producto que permitirá una dinamización importante “y permitirá tener mejor accesos a las viviendas. Estamos viendo cómo hacer una vivienda más barata y sostenible, pero para ello necesitamos mejorar