El poder de la arquitectura: Naturaleza en interiores

17 agosto 2022

El órgano más activo de nuestro cuerpo es el cerebro, este involucra la apreciación del espacio construido, del entorno y nos da la percepción espacial inmediata cuando este entra en contacto con un espacio construido. Integrar y pensar según las características e intenciones del espacio como el cerebro percibe los colores, las formas en los espacios, luz natural, luz artificial, paisajismo, escala y materiales son vitales para las necesidades actuales.

Es muy difícil que ignoremos la responsabilidad que tiene el arquitecto en el diseño de espacios y a su vez el arquitecto con otras disciplinas. 

En el caso de la iluminación es importante entender cómo ingresa la luz en los espacios, como el cuerpo humano se siente más cómodo con la iluminación de luz natural y si un espacio  necesita iluminación artificial es fundamental ser conscientes en la intensidad y colores de la luz para cada actividad a realizarse en los espacios y sobre todo evitar deslumbramiento luminoso que puede afectar la concentración y generar un bajo rendimiento laboral. 

Con respecto a las formas, los estudios de la neurociencia demuestran que las formas redondeadas son mejores para los humanos; si nos fijamos en nuestro cuerpo no tenemos ningún ángulo de 90 grados solo formas redondas. Por lo tanto, los seres humanos asimilamos de mejor manera los espacios con mayor fluidez y nos comportamos mejor en este tipo de lugares.

Es así que pensar en el poder que tiene la arquitectura, las experiencias que generan nuestros diseños y sobre todo cómo podemos impactar en la salud y bienestar de los habitantes de estos espacios, es algo que los arquitectos debemos priorizar.





Por: Adriana Benalcázar, Edge expert/ auditor, Fitwel Ambassador y Healthy materials ambassador

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