En armonía, fundiéndose con la vegetación endémica de Puembo, se encuentra Hidden Stone House, un proyecto del arquitecto José Daniel Terán que, desde su concepción, fue una obra estudiada y parametrizada para cambiar el concepto de la arquitectura ecuatoriana.
Usando el concepto de Arquitectura Biomimética, este proyecto busca soluciones sostenibles analizando la naturaleza a través de la comprensión de los principios que se encuentran en diferentes especies y ecosistemas de la naturaleza. Así, esta arquitectura no intenta replicar las formas que se encuentran en la naturaleza, sino que busca comprender su funcionamiento y evolución, con el objetivo de potenciar los objetos arquitectónicos para que sean más eficientes y funcionales.
Además de haber sido eficiente en todos sus procesos de construcción, Hidden Stone House logró fusionar la arquitectura y la naturaleza de forma simbiótica. El proyecto no solo logró manejar un equilibrio entre la comodidad y la estética, sino que también encontró la forma ideal para llegar a desarrollar una obra respetuosa con el medio ambiente.
“El proyecto como tal, fue súper interesante porque lo planificamos como una vivienda que se mimetice con el entorno”, dice José Daniel, que explica que lo que buscaban es que la casa se funda en una quebrada, para a partir de eso proteger el espacio existente. “Al cliente le planteamos la idea de que en vez de perder la vegetación, como normalmente hacen todos, se construya la casa alrededor del ecosistema”, agrega José Daniel.
De acuerdo con José Daniel Terán, Architecture Masterprize es una entidad ubicada en Los Ángeles que cada año busca arquitectura relevante en diferentes ramas que genera innovación, que hace propuestas distintas y que pueden aportar al desarrollo de la arquitectura en el mundo.
Así, esta identidad busca a los diferentes arquitectos que están generando este tipo de arquitectura y realizan una invitación a participar en el concurso. Hidden Stone House fue invitada.
“Si tú estás invitado, pasas directamente a la segunda fase y desde ahí empiezas a competir”, dice José Daniel, quien explica que solamente en la segunda fase hay aproximadamente quince mil proyectos participando.
El proyecto arrancó desde la premisa de priorizar y visibilizar de una manera importante al ecosistema existente. “Para mí la frase de “limpiar el terreno” es devastadora, porque al hacer esto, el resultado es que se saca el ecosistema natural y se deja el espacio totalmente erosionado y árido”, explica José Daniel.
Entonces, ¿qué pasaría si es que en lugar de “limpiar el terreno” se arma la casa insertándola en el entorno natural? Terán comenta que, a pesar de que el cliente tenía sus dudas respecto a esta idea y no sabía como se iba a fusionar la casa con el ambiente, las ventajas que este tipo de arquitectura avanzada trae a la mesa en la dinámica familiar y en el contacto con la naturaleza, es lo que hizo que el cliente aprecie y entienda el propósito de este proyecto.
En arquitectura, muchas veces lo que se planea, no se concreta. Pero, a pesar de ser un desafiante proyecto, Hidden Stone House resultó quedar tal y cómo José Daniel la había planificado. Morfológicamente, la vivienda no podía ser regular y al proteger al entorno, había que tener mucho cuidado con detalles del terreno, específicamente porque tenían que trabajar en torno a los radios de las raíces de los árboles.
Al estar en una quebrada, el tema de la topografía también fue complejo. “Tuvimos que ser muy cuidadosos y meticulosos para desarrollar la idea que teníamos de enterrar la casa y que a la vez no se produzca un problema de humedad o un problema de iluminación”, explica Terán.
El proyecto está orientado de una manera específica para que las personas que la habiten no tengan que recurrir a sistemas de iluminación artificiales durante el día. Además, su posición permite que destaque la vista y que se aproveche el sol de la tarde. Esto permite que en el día se pueda captar el calor y que en la noche este no salga, sino se mantenga por más tiempo.
Además de este sistema eficiente, en el que no se recurre al uso de energías no renovables, Hidden Stone House también acudió al uso de cubiertas verdes. Estas permiten filtrar aguas lluvias y conducirlas para poder mantener los jardines que están adyacentes a la vivienda. Entonces, según José Daniel, estas se direccionan, se almacenan y se van liberando de una manera natural. Por lo tanto, todos los elementos naturales están abastecidos de la cantidad específica de agua que requiere.
Cuando Hidden Stone House midió la huella de carbono se descubrió que cada centímetro de naturaleza que se quitó, se recuperó. Entonces, finalmente, se logró hacer un equilibrio entre lo que construyeron contra lo que volvieron a adoptar de áreas naturales.
Además, entre los esfuerzos de sostenibilidad, lo que hizo el estudio de arquitectura fue hablar con los proveedores para usar las estrategias técnicas que ellos tienen ya propiamente desarrolladas en sus productos y que les podían apoyar a reducir el consumo excesivo de agua por ejemplo, en sanitarios y griferías.
Ubicado entre Vilcabamba y Malacatos, esta zona rica en recursos naturales, este nuevo proyecto pretende emprender en una finca de producción agrícola y cárnica con métodos totalmente sostenibles, sustentables y respetuosos con el medio ambiente.
Se busca además, generar un sistema de producción que aproveche los recursos de manera eficiente y apoyándose en los beneficios que la arquitectura avanzada puede dar en estos campos. De esta manera, esta finca, que está en sus primeras etapas, desea obtener una certificación internacional de sostenibilidad total. Para finales de año ya se espera que el proyecto esté completamente diseñado.