El sismo, que se registró a las 20:47 hora local (01.47 GMT), tuvo tal intensidad que el temblor se sintió también en Ciudad de México, donde residentes aterrorizados salieron a las calles tras escuchar la alerta sísmica.
Este sismo tuvo lugar justo cuatro años después del registrado el 7 de septiembre de 2017, de magnitud 8,2, y que causó un centenar de muertos.
En Ciudad de México, los edificios se sacudieron y en el cielo se observaron los destellos conocidos como "luces de terremoto". La jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, dijo que después de activar los protocolos de revisión que incluyeron cuatro vuelos en helicóptero, no existen reportes inmediatos de daños graves en la ciudad salvo cortes de suministro eléctrico en numerosas colonias.
La Comisión Federal de Electricidad reportó que el 22% de los usuarios presentaba interrupción en el fluido eléctrico y que se encontraban patrullando la infraestructura para identificar los daños y repararlos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) dijo que el terremoto, que en un principio se midió como de 7,4, era superficial, lo que probablemente amplificó el efecto de sacudida. Por su parte, el Servicio Sismológico Nacional de México (SSN) informó en su cuenta de Twitter que a las 23:00 hora local, se habían presentado 92 réplicas del sismo, la mayor de M 5.2.
Texto original tomado de
BBC Mundo.