La construcción es sinónimo de cercanía para Fernando Correa, y no solo porque es el CEO de la constructora Semaica, sino porque su historia en las obras empieza desde que tenía 15 años. Correa recuerda lúcidamente la influencia de su abuelo, que no fue solo el encargado de hacer que incursione en el mundo de la construcción, sino que jugó un papel importante a la hora de escoger su profesión y propósito laboral para continuar con sus estudios académicos.
“Dentro de mi familia, le dimos total importancia a que me vaya a estudiar fuera, por lo que estudié ingeniería civil en Worcester Polytechnic Institute (WPI). En esos cinco años estuve en una fraternidad donde aprendí a ‘fajarme la camisa y atreverme a todo”, señala Fernando.
Antes de volver definitivamente a Ecuador, Fernando regresaba cada verano. La fiesta, como él cuenta, no escaseaba en su periodo en casa, pero tampoco las pasantías y visitas de obra en Semaica. El proceso fue tomando mayor relevancia y, complementado con sus conocimientos universitarios, Fernando optó por una maestría en gestión de proyectos, también en la Universidad de Cornell. Al graduarse se quedó un año más en el país, apoyando a una empresa en la regeneración urbana en uno de los sectores más icónicos de Boston: Big Dig.
Finalmente, Fernando volvió a casa en 2001 y se incorporó inmediatamente a la empresa familiar. “Fue frustrante el inicio en Semaica. Llegué con aires de grandeza pero tuve que empezar desde abajo, como asistente de ingeniería. Sin embargo, fue la decisión correcta porque ahí, en obra, tienes que demostrar lo que sabes y agarrar valor a la vista de otros”. sostiene.
Al empezar poco a poco en Semaica, Fernando buscó mecanismos para innovar y transformar el segmento constructor. Él recuerda que el primer proyecto fue uno de carácter inmobiliario por el sector del Inca, luego también en Cumbayá, ambos en colaboración con Uribe & Schwarzkopf.
En 2004 llegó su primera coordinación de proyecto. El número de responsabilidades iba en ascenso, pero también los éxitos, lo que significó su ascenso a Gerente de Proyectos. En el primer ascenso fue coordinador de proyectos, la ampliación del centro comercial: Plaza de Las Américas. luego me dio más responsabilidades hasta ser gerente de proyectos.
Al ser una empresa familiar, las transiciones llegan a ser complicadas. Sin embargo, Fernando recuerda que, en Semaica, este proceso estuvo lejos de ser ‘complejo’. “En 2015-16 tomamos la decisión de salir completamente del sector público y concentrarnos en lo privado. Es cierto que el mercado era más chico y cerrado, por lo que tuvimos la visión de tener mecanismos de supervivencia a largo plazo”, cuenta Correa.
En 2017, Semaica empezó su consecución como grupo empresarial y, en 2021 lograron el objetivo. “Esto nos permitió organizarnos en focos de expertise. Y, al firmar un documento de Shareholders Agreement, los socios escogimos un área donde las aptitudes de cada uno funcionen mejor y así evitar fricciones”,sostiene.
Con 178 ofertas al año y una tasa de conversión del 20%, Correa cuenta que Semaica ha hecho de sus números un reactivo significativo y, sobre todo, preciso en cuanto a la consecución de proyectos. Parte de eso ha sido gracias a los KPI’s claves de la empresa: Eficiencia de producción de mano de obra; nivel de caja óptimo; porcentaje de eficacia en realización de proyectos y un plan de cero accidentes.
La sostenibilidad también ha sido un aspecto primordial. Desde hace 12 años, han visto a este segmento como un pilar en el cual basar estándares. Es por esto que las construcciones de la empresa cuentan con parámetros de sustentabilidad propios de Semaica que, en caso de ser requerido por el cliente, están a poco de completar una certificación EDGE y LEED.