"El mundo ya no es igual y tenemos diferentes necesidades y responsabilidades como constructores, diseñadores y proyectistas”. Adriana Benalcázar, Edge Expert/Auditor, Fitwel Ambassador y Healthy materials Advocate de AB arquitectura®
El espacio físico donde permanecemos el 90% de nuestro tiempo influye de diferentes maneras en nuestras vidas. Por eso, cuando estamos construyendo o rentando un lugar para vivir o para trabajar, un certificado verde puede ser un atributo atractivo para los futuros habitantes.
Los valores que se consideran en los proyectos de triple impacto y de los edificios verdes se los mide por 3 componentes clave: el ambiental, el económico y el componente de salud de las personas y de la comunidad. Generalmente un proyecto típico evalúa solamente su componente económico. Sin embargo, si determinamos los objetivos de un proyecto que busca una certificación de sostenibilidad, este tendrá impregnado en su ADN la visión de la personas, del planeta y su beneficio económico como un todo.
GUÍA DE CONCEPTOS BÁSICOS DE CONSTRUCCIÓN ECOLÓGICA
Estas son cifras que los actores en toda la industria de la construcción deben considerar como punto de partida para cualquier proyecto que emprendan. Los edificios representan los siguientes valores:
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Por las personas:
Este tipo de proyectos priorizan a las personas y escogen materiales que no sean tóxicos, con bajos niveles de VOCs (compuestos orgánicos volátiles) y sobre todo, que no enfermen a los habitantes.
Los proyectos que se acojen a este tipo de certificaciones miden la calidad de aire interior, incentivan al ejercicio, son edificios libres de tabaco y toman en cuenta el confort térmico y lumínico, favoreciendo así la salud de los habitantes.
Por el Planeta:
Con proyectos que se certifiquen y generen eficiencia del uso de recursos podemos bajar las emisiones de CO2 considerablemente, así como reducir al menos un 20% en consumo de energía y 20% en consumo de agua.
El cambiar el comportamiento del consumidor y el implementar estrategias de reducción y eficiencia el uso de agua reducirá significativamente el uso del mismo aportando así a cuidar este líquido vital.
Por la economía del proyecto:
Los costos de energía representan un gran porcentaje en cuanto a los gastos operativos de un edificio. Por lo tanto, un proyecto validado por una certificadora tendrá la disminución del uso de energía la cual impactará directamente en la reducción de costos de las planillas lo que representará ahorro para los habitantes.
Líderes empresariales alineados con la sostenibilidad dentro de sus empresas prefieren este tipo de proyectos para comprar o alquilar. Además, estudios afirman que las propiedades con certificaciones aumentan su valor con el tiempo y se pueden rentar a mayor precio.
Por tanto los líderes de la industria que quieren crear edificios rentables, sostenibles y saludables que perduren en el tiempo e implementar estrategias de sostenibilidad no son suficientes sin que exista detrás un meticuloso procesos de certificación de terceros para con esto puedan obtener una validación y credibilidad tanto para los ocupantes de los proyectos como para el mercado, demostrando así que los parámetros se implementan correctamente.
En el país existen más de 20 proyectos certificados LEED, más de 50 con certificación EDGE y 1 proyecto Fitwel.