Desde ciudades estadounidenses que crean gemelos digitales para ayudar a reducir las emisiones de carbono, pasando por la ciudad de Brighton que exige ladrillos de abejas para fomentar la biodiversidad y el Central Park que se convierte en un laboratorio para estudiar la adaptación al cambio climático en parques urbanos, las ciudades adoptan un enfoque multidisciplinario y multiescalar sobre los asuntos que involucran al ambiente.
El consejo de Brighton, Reino Unido, aprobó una condición de planificación que exige la inclusión de ladrillos de abejas o cajas rápidas para todos los edificios nuevos de más de cinco metros, como medio para apoyar a los polinizadores y aumentar la biodiversidad. Propuesta por primera vez en 2019, la decisión generó cierta controversia, ya que algunos científicos consideran que la medida podría dañar a la población de abejas, fomentando la propagación de enfermedades si los agujeros no se limpian adecuadamente o atrayendo ácaros.
Sin embargo, se necesita más investigación sobre la efectividad de los ladrillos de abejas. Su implementación a escala de ciudad proporcionará el marco para evaluar su impacto en la biodiversidad.
En Estados Unidos, la Conservación del Central Park, la Escuela de Medio Ambiente de Yale y la Conservación de Áreas Naturales se han unido para convertir el icónico parque de Nueva York en un laboratorio para estudiar estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático. Mientras que, algunas ciudades se preocupan por la ecología, otras recurren a la tecnología para mejorar el entorno construido. Las Vegas está trabajando en la creación de un gemelo digital, uniéndose a Los Ángeles y Phoenix en el esfuerzo por ayudar a la transición hacia emisiones netas de carbono cero.
Texto original tomado de Plataforma Arquitectura.